Según los arquitectos:
Durante los últimos treinta años, se han visto desesperados intentos por parte de los arquitectos para escapar la forma de "caja de zapatos" que ha caracterizado el diseño de salas de conciertos. En vez de luchar contra la ineludible superioridad acústica de esta forma tradicional, la Casa da Musica apunta a revitalizar la sala de conciertos de otro modo: redefiniendo la relación entre el inmaculado espacio interior y el público general exterior.
La Casa da Musica es la nueva sede de la Orquesta Nacional de Porto, se encuentra en una nueva plaza pública en la histórica Rotunda da Boavista. Tiene una distintiva forma facetada construída en hormigón blanco, ha logrado mantiener una apariencia sólida y creíble en una época de demasiados íconos arquitectónicos. En su interior, se eleva el Gran Auditorio de 1.300 asientos, con la tradicional forma de "caja de zapatos". Tiene fachadas de vidrio corrugado en ambos extremos, abriendo el hall de conciertos a la ciudad, y convirtiendo a Porto en un dramático telón para las actuaciones. La Casa da Musica revela su programa sin la necesidad de ser didáctico; al mismo tiempo, proyecta la ciudad bajo una nueva luz.
Ubicar la Casa da Musica fue clave en el desarrollo del pensamiento de OMA; decidimos no construir la nueva sala de conciertos en el anillo de edificaciones antiguas que definen la Rotunda, sino que crear un edificio solitario que se pose sobre un plano de travertino frente al parque de Rotonda, colindando con un barrio de clase obrera. Con este concepto, las problemáticas de simbolismo, visibilidad y acceso se resuelven con un solo gesto.
Al igual que el Gran Auditorio, concebido como una simple masa ahuecada de un extremo al otro extremo a partir de la forma sólida del edificio, la Casa da Musica también contiene un espacio de actuación más pequeño más flexible- sin asientos fijos, diez salas de ensayo, estudios de grabación, un área educativa, un restaurante, una terraza, bares, una sala VIP, zonas de administración, y un parking subterráneo para 600 vehículos.
El innovador uso de materiales y color a través de la obra era otro imperativo, además de los singulares muro cortina situados en ambos extremos del Gran Auditorio, las paredes están revestidas con madera contrachapada, sus vetas con relieve en dorado, generando una dramática perspectiva. La zona VIP cuenta con azulejos pintados a mano que retratan una escena pastoral tradicional, mientras que la terraza de la azotea está decorada con un patrón geométrico de baldosas blancas y negras; los pisos de algunas áreas comunes están pavimentadas en aluminio.
Como decisión de proyecto, no existe un gran vestíbulo central, en vez hay una ruta pública continua que conecta los espacios alrededor del Gran Auditorio por medio de escaleras, plataformas y escaleras mecánicas. El edificio se convierte en una aventura arquitectónica. Después de que Porto fuera seleccionada como una de las dos capitales culturales de Europa en 2001, el Ministro de Cultura y el Ayuntamiento de Porto fundaron Porto 2001- una organización que promoviera y realizara diferentes intervenciones urbanas y culturales en la ciudad de Porto. En este contexto, se invitó a cinco estudios de arquitectura internacionales, entre ellos estaba OMA, para participar en un concurso restringido para una nueva sala de conciertos situada en el centro histórico de Porto.
Urbanismo
Puesto a que esta parte de la ciudad de Porto se mantenía "intacta", OMA optó por no articular la nueva sala de conciertos como un segmento de la acotada pared circular que rodea la Rotunda da Boavista, sino que concebir un edificio solitario. Este se situa sobre una nueva y más intima plaza conectada al histórico parque de la Rotunda da Boavista y delimitada por tres bloques urbanos. Con este concepto, las problemáticas de simbolismo, visibilidad y acceso se resuelven con un solo gesto.
A través de continuidad y contraste, el parque en la Rotunda da Boavista, después de nuestra intervención, ya no es un simple nexo entre el viejo y el nuevo Porto, se convierte en un encuentro positivo de los dos diferentes modelos de la ciudad.
Acústica
Este siglo ha sido testigo de un desesperado intento arquitectónico de escapar la tiranía de la famosa forma de 'caja de zapatos' impuesta sobre las salas de conciertos. Sin embargo, después de investigar la calidad acústica de las salas de conciertos existentes tuvimos que concluir, junto con nuestro especialista en acústica, que las mejores salas del mundo tienen una forma de 'caja de zapatos'. Esto nos dejó con la pregunta: ¿Dónde se puede innovar entonces en el caso de una tipología tradicional como la sala de conciertos?
Concepto arquitectónico
La mayoría de las instituciones culturales son aprovechadas por sólo una parte de la población. La mayoría conoce su forma exterior, pero sólo una minoría sabe lo que sucede en su interior. OMA abordó la relación que existe entre la sala de conciertos, su público interior y por igual el público que se encuentra en el exterior del edificio. Se considera el edificio como una masa sólida desde la cual se elimina las dos salas de concierto con forma de caja y todo el resto del programa público, creando un bloque ahuecado. El edificio revela su contenido a la ciudad sin necesidad de ser didáctico; al mismo tiempo la ciudad se expone al público interior de un modo sin precedentes.
Los "espacios resultantes" entre los programas públicos ya expuestos, consisten en espacios secundarios que albergan actividades como vestíbulos, un restaurante, terrazas, espacios técnicos y circulación vertical. Una ruta pública continua conecta todos los programas públicos y "espacios resultantes" situados entorno al Gran Auditorio por medio de escaleras, plataformas y escaleras mecánicas: el edificio se convierte en una aventura arquitectónica. Este 'loop' crea la posibilidad de utilizar el edificio para festivales con múltiples actuaciones simultáneas, una verdadera Casa de la Música.
El edificio ofrece una gran cantidad de salas de ensayo, salas de solistas y vestuarios para albergar a la Orquesta Filarmónica de Porto y además dispone de instalaciones adicionales para artistas externos e invitados. Durante la fase de diseño, OMA investigó nuevos materiales, nuevas aplicaciones para materiales existentes y materiales exclusivamente portugueses para Casa da Musica tales como; el vidrio corrugado para las ventanas del Auditorio, el uso de baldosas para diferentes habitaciones, sillas, el acabado del cielo y los muros del Gran Auditorio.
Estructura
La Casa da Musica está definida visual y espacialmente por sus llamativas fachadas exteriores del la cual se extraen los convencionales espacios interiores. La gruesa y facetada cáscara del edificio de 400mm y los dos muros de 1m de grosor del auditorio principal son el sistema principal de carga y estabilidad para el edificio. Los muros del auditorio actúan como un diafragma interno que amarra el volumen externo en la dirección longitudinal. Arup y OMA investigaron la mezcla de hormigón para fachadas exteriores.